Las cortinas de humo de Palacio


Diario El Pueblo 22/01/07

LAS CORTINAS DE HUMO DE PALACIO

Por: JAIME PAREDES CALLA

Primero las declaraciones del Procurador Anticorrupción Gino Ríos, quien mencionaba que el gobierno de Alejandro Toledo había sido más corrupto que el de Alberto Fujimori, posteriormente la “campaña” mediática en la que desde Palacio de Gobierno se mostraban facturas de gastos triviales efectuados por la pareja presidencial que antecede a los nuevos inquilinos García – Nores, y recientemente la interesada polémica sobre la pena de muerte.

No cabe duda que Alan García Pérez, astuto y trajinado político, ha desencadenado sus psicosociales por los que apuesta para que los temas centrales y lo que hay detrás de sus nada santos actos y propuestas pasen desapercibidos, se tratan de “cortinas de humo”. Nos concentraremos en la pena de muerte, la cual es permitida por la Constitución Política vigente de 1993 sólo para el delito de traición a la patria en caso de guerra y el de terrorismo, conforme a las leyes y los tratados de los que el Perú es parte obligada.

Decían (y lo volverán a hacer) los defensores de la ampliación de la pena de muerte que ésta puede ser disuasiva e intimidante, sin embargo, habría que tener en cuenta algunos hechos sobre los que da cuenta Elías Neuman (citado por el constitucionalista Raúl Ferrero Costa, en la revista Quehacer N° 162) cuando indica que “en Canadá, el índice de homicidios por cada 100 mil personas hasta un año antes que se aboliera la pena en 1975 era de 3,09. Con varios años de abolición, en 1983, disminuyó a 2,74 y en 1986 logró un nivel más bajo aún”.

Asimismo, en La Florida (Estados Unidos) “se restituyó la pena mortal en 1979, y en los años subsiguientes (1980 a 1982) el índice de homicidios ¡fue el más alto que se recuerda!”, casos que demostrarían que la pena capital no es disuasoria ni intimidante, y es que como Norberto Bobbio nos dice (citado por el constitucionalista peruano) no es necesario que las penas sean crueles para ser disuasivas, “es suficiente con que sean seguras”. La principal razón para no cometer el delito “no es tanto la severidad de la pena como la certeza de ser castigada de alguna manera”.

Antes que quitar la vida, que únicamente le pertenece a cada persona, nadie (ni siquiera el Estado) puede disponer de ella, la sociedad política y jurídicamente organizada debe mejorar indefectiblemente el sistema de justicia de manera integral (incluyendo el sistema penitenciario y la correcta administración de justicia).

En buena hora el Congreso de la República ha rechazado el proyecto del Ejecutivo, en adelante no debemos permitir que las cortinas de humo de Palacio de Gobierno distraigan a la opinión pública del objetivo medular que aquellas pretenden: en este caso concreto la denuncia de tratados internacionales de los que nuestro país es parte firmante (Convención Americana de Derechos Humanos) retirándose de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con lo que el dictador Alberto Fujimori (que tiene cuentas pendientes con la justicia en materia de corrupción, violación de Derechos Humanos y otros cargos) sería el principal beneficiado. La alianza “aprofujimorista” es evidente en impunidad y corrupción, por higiene democrática los ciudadanos y ciudadanas debemos rechazarla.

Nuevos compromisos con Arequipa

Diario El Pueblo 06/01/07

NUEVOS COMPROMISOS CON AREQUIPA

Por: JAIME PAREDES CALLA (*)

Nuestras nuevas autoridades electas han juramentado en sus cargos regionales y municipales, sus discursos iniciales difícilmente pueden no concitar el respaldo mayoritario de la opinión pública y población en general, así suele suceder en todo comienzo.

Los flamantes Presidentes Regionales de Arequipa y Cusco, Juan Manuel Guillén y Hugo Gonzáles, respectivamente, han sido enfáticos en sentar su posición sobre la necesidad de implementar un impuesto a las sobre ganancias de las empresas mineras (en reemplazo del denigrante aporte voluntario promovido por el Ejecutivo), la presión de un bloque de gobiernos regionales del sur del país para lograr que el gobierno de Alan García de marcha atrás sería una medida acertada, se siente venir.

Por su parte, el electo Alcalde de Arequipa, Simón Balbuena, ha reconocido actos de corrupción de la administración saliente, ha dicho que combatirá todo acto de inmoralidad, que revisará el Corredor Vitrina, el Plan PADECO y otros, aspecto que nos parece importante, siempre y cuando dicha revisión no se extienda mucho en el tiempo para recién a la mitad de su gestión (suele pasar) comprender la necesidad de contar con un transporte eficiente para el usuario, rentable para el operador y saludable para la ciudad, seguimos pensando que el proyecto del Sistema del Transporte Urbano Masivo Eficiente (TUME) es de mucha importancia para nuestra ciudad.

Si como dice el nuevo alcalde de las filas del Partido Nacionalista Peruano, que va a gobernar con una política de puertas abiertas a la participación ciudadana, implementando mesas de diálogo sobre diversas temáticas como la del medio ambiente, transporte público, mercados, etc., nos corresponde a los ciudadanos organizados o no participar y contribuir en su correcto funcionamiento.

Ojalá, Presidente Regional y Alcalde Provincial de Arequipa (además de los 7 alcaldes provinciales) logren articular esfuerzos, comprendiendo el ámbito de su accionar así como su impacto, y que el pésimo ejemplo de 2 autoridades salientes del mismo partido que antepusieron sus intereses personales no se vuelva a repetir. Arequipa, Tradición y Futuro y el Partido Nacionalista Peruano, como organizaciones políticas, tienen la oportunidad de demostrar que no se resumen en la figura de Juan Manuel Guillén ni en la de Simón Balbuena, respectivamente.

Por ahora nos basamos en los primeros anuncios formales, si la expresión “periodo de tregua” cabe, corresponde al igual que con el Ejecutivo, esperar prudentemente un periodo de tiempo para pronunciarnos sobre la gestión que nuestras nuevas autoridades empiezan a desarrollar; mientras tanto les deseamos éxitos.

(*) E-mail: ciudadanojaimeparedes@gmail.com

Lo bueno lo malo y lo feo del 2006

Diario El Pueblo 01/01/07

LO BUENO LO MALO Y LO FEO DEL 2006

Por: JAIME PAREDES CALLA (*)

Un año que se va, otro que se viene, con ellos nuevas proyecciones personales, colectivas, sociales, políticas, un país (nuestro Perú) del que podemos extraer lecciones, de las buenas y de las malas experiencias, simplemente lecciones a emular, perfeccionar o enmendar.

Independientemente de nuestras preferencias político partidarias, lo bueno del 2006 es que se llevaron a cabo democráticamente las elecciones generales en abril, y regionales y municipales en noviembre, corresponde al gobierno central (sobre el que estamos esperando el término del “periodo de tregua” de seis meses de iniciada su gestión para pronunciarnos más in extenso) y a las nuevas autoridades regionales y municipales asumir su responsabilidad política en la gestión pública que están desempeñando o van a desempeñar, ya no basta con realizar obras y proyectos de inversión, necesitamos construir confianza de nuestras autoridades con arraigo en la población.

Muchas situaciones y hechos podremos considerarlos como malos (la lista se alarga si discriminamos su alcance a nivel mundial, nacional o local), a nosotros nos parece que los psico sociales de Alan García, su capacidad de crear “cortinas de humo”, aprovechando que existe una opinión pública que hace eco de sus nada santas propuestas, es uno de los malos rasgos del año que se esfuma (léase propuesta del Ejecutivo para aplicar la pena de muerte a los violadores de menores de 6 años y recientemente a los terroristas, a propósito del horrendo y condenable atentado acontecido en Ayacucho).

Lo malo que también nos deja este 2006 es que no se ha concretado (tampoco se concretaría por carecer el Ejecutivo de voluntad política) el impuesto a las sobre ganancias mineras cuando existe un boom del precio internacional de los metales con récords históricos que tienden a incrementarse; el Partido Aprista Peruano ha preferido “pasar el sombrero” a lo que le ha llamado -risiblemente por su insignificancia- el “óbolo minero”, como si las empresas mineras nos hicieran un favor al explotar los recursos naturales de los que el Estado peruano es “soberano en su aprovechamiento” (artículo 66 de nuestra Constitución Política), contaminando nuestro entorno ambiental y generando innumerables conflictos sociales por el pésimo o nulo ejercicio de la responsabilidad social (salvo raras excepciones).

Lo feo del 2006, consideramos ha sido que el SUTEP haya mostrado reticencias al proceso de evaluación propuesto por el Ministerio de Educación al punto de postergarse hasta los primeros días de enero del nuevo año su concreción, pero (por nuestra óptica ciudadana) lo más lamentable es que no haya un proyecto político integrador para nuestro país, quizá esté construyéndose, lo cual a su vez supone consolidar indispensablemente nuestra apuesta para su consecución.

Procurémonos un próspero año 2007, no con suerte sino con muchas felicidades y éxitos.

E-mail: ciudadanojaimeparedes@gmail.com