Por: Jaime Paredes Calla
Un problema público afrontamos en la ciudad de Arequipa, se trata de uno de los tantos que venimos aquejando desde hace mucho tiempo atrás. Nadie duda que las unidades antiguas que prestan el servicio de transporte público urbano incrementan los niveles de contaminación ambiental en la ciudad. Sin embargo, los transportistas exigen la derogatoria de la Ordenanza de la Municipalidad Provincial de Arequipa que cancela y da de baja a las unidades que superen los 25 años de antigüedad en el sistema de transporte público urbano.
Como se aprecia en el Proyecto “Mejoramiento Integral y Sustentable de los servicios de transporte público en la ciudad de Arequipa” que se encuentra disponible en la página web edil, del total de emisiones antropogénicas en la ciudad de Arequipa al año, aproximadamente 76% son generadas por emisiones vehiculares y 24% por emisiones de fuentes estacionarias (es decir, de las instalaciones no movibles, tales como plantas de energía y establecimientos industriales).
Los estudios refieren también que las empresas en el sector de transporte público (microbuses) tienen una estructura de pequeña propiedad que conlleva a un desaprovechamiento de economías de escala, reflejándose en altos costos administrativos y en la compra de repuestos. De este modo, el tener pocas unidades constituye una desventaja a la hora de recurrir a un financiamiento, pues es sabido que las instituciones financieras piden garantías mínimas para generar un préstamo.
Además de lo anterior, Arequipa Metropolitana cuenta con un parque automotriz de transporte público que supera los 3,988 vehículos autorizados, grave situación considerando que el 90% de las unidades de transporte público superan el nuevo límite legal de 15 años de antigüedad, establecido por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Como quiera que muy pronto debe firmarse un convenio de cooperación financiera entre la Municipalidad con la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE), esta alianza estratégica –con una duración de 3 años- permitirá renovar las unidades de transporte público, reestructurar y revalorizar las empresas y consorcios de transporte; asimismo, favorecerá la implementación de esquemas financieros promoviendo la renovación del parque vehicular de transporte público por vehículos con motor de gas natural vehicular o gas líquido de petróleo.
Debemos recordar que con el actual gobierno municipal –cuyo mandato concluye en 16 meses- son tres las gestiones ediles consecutivas comprometidas con el Proyecto, reduciendo el riesgo político de su ejecución y dado que se está cumpliendo con los requisitos del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), es de esperar que los intereses en contra de la modernización de los servicios de transporte público sean minimizados con el concurso de los sectores políticos, la opinión pública así como los usuarios.
Ante esta situación, sugerimos a la Municipalidad Provincial de Arequipa concertar con los transportistas apelando a su capacidad de persuasión en torno a los beneficios que ofrece el Proyecto, así como difundir ampliamente la información disponible en el Proyecto en cuanto a sus alcances y contenidos. Con esto es muy probable que como resultado se obtenga la aceptación y modernización del sistema de transporte público masivo, permitiendo que los usuarios ya no sigan sufriendo el maltrato de los actuales operadores, la pérdida de su tiempo y el deterioro de su salud, lo cual creemos será el mejor de los resultados posibles que conferiría una mayor aceptabilidad política hacia la gestión edil, beneficiándose toda la comunidad arequipeña.