GUARDANDO "PAN PARA MAYO"
Por: JAIME PAREDES CALLA (*)
Que los gobiernos regionales y locales tienen problemas para ejecutar sus presupuestos de inversiones, es un dato de la realidad, como lo es también que las instituciones del gobierno central han padecido dificultades similares para gastar sus recursos de inversión. Algunos sectores han pretendido sacar provecho de esta situación sentenciado que los gobiernos regionales “no tienen capacidad de gasto”.
El incremento de los recursos de inversión se ha dado en todos los niveles de gobierno (desde el local hasta el nacional, pasando por el regional) debido en parte a los recursos generados por las industrias extractivas, expresados en el Impuesto a la Renta que tributan al Estado peruano, producto del alza del precio de exportación de los minerales.
Esta sola situación nos hace considerar que el Decreto de Urgencia N° 013-2007, publicado en el Diario Oficial El Peruano el pasado jueves 10 de mayo, mediante el cual se autoriza para el presente año fiscal la contratación de docentes en los gobiernos regionales con recursos provenientes del canon y sobrecanon, es un desacierto del Poder Ejecutivo.
Y lo es no porque nos opongamos a ampliar la cobertura del servicio educativo allí donde efectivamente se lo requiere habilitando plazas docentes atendiendo así el déficit del servicio, sino porque el Ejecutivo autoriza su contratación con recursos que corresponden a los gobiernos regionales para destinarlos a inversiones, como si en los departamentos no se requiriesen atender demandas estrictamente relacionadas con proyectos de inversión a cargo de los gobiernos subnacionales.
La bonanza fiscal se presenta en el gobierno central, tanto y más como en los gobiernos regionales y locales, por lo que el decreto de urgencia en cuestión pudo comprometer recursos a cargo de aquel.
De otro lado, “guardar pan para mayo” requiere que los gobiernos subnacionales, comprometidos con la ejecución de proyectos de inversión de impacto regional y local, según corresponda, no apuren la ejecución de los ingentes recursos con los que cuentan solamente para aparecer como “eficientes en el gasto” (sobre todo en los casos como Cajamarca, Ancash, Cusco, Moquegua, Tacna, por mencionar a los que consignan mayores montos de canon), pues muchas veces, esa eficiencia de la ejecución presupuestal no se ve reflejada en la calidad de la inversión.
Con una adecuada planificación concertada, los recursos económicos de los que disponen y dispondrán todos los niveles de gobierno, guardaremos reservas para cuando no tengamos épocas de bonanza como en esta coyuntura producto del boom minero. Por estas y otras consideraciones debemos ser responsables en la utilización de los recursos públicos.
(*) E-mail: ciudadanojaimeparedes@gmail.com
Por: JAIME PAREDES CALLA (*)
Que los gobiernos regionales y locales tienen problemas para ejecutar sus presupuestos de inversiones, es un dato de la realidad, como lo es también que las instituciones del gobierno central han padecido dificultades similares para gastar sus recursos de inversión. Algunos sectores han pretendido sacar provecho de esta situación sentenciado que los gobiernos regionales “no tienen capacidad de gasto”.
El incremento de los recursos de inversión se ha dado en todos los niveles de gobierno (desde el local hasta el nacional, pasando por el regional) debido en parte a los recursos generados por las industrias extractivas, expresados en el Impuesto a la Renta que tributan al Estado peruano, producto del alza del precio de exportación de los minerales.
Esta sola situación nos hace considerar que el Decreto de Urgencia N° 013-2007, publicado en el Diario Oficial El Peruano el pasado jueves 10 de mayo, mediante el cual se autoriza para el presente año fiscal la contratación de docentes en los gobiernos regionales con recursos provenientes del canon y sobrecanon, es un desacierto del Poder Ejecutivo.
Y lo es no porque nos opongamos a ampliar la cobertura del servicio educativo allí donde efectivamente se lo requiere habilitando plazas docentes atendiendo así el déficit del servicio, sino porque el Ejecutivo autoriza su contratación con recursos que corresponden a los gobiernos regionales para destinarlos a inversiones, como si en los departamentos no se requiriesen atender demandas estrictamente relacionadas con proyectos de inversión a cargo de los gobiernos subnacionales.
La bonanza fiscal se presenta en el gobierno central, tanto y más como en los gobiernos regionales y locales, por lo que el decreto de urgencia en cuestión pudo comprometer recursos a cargo de aquel.
De otro lado, “guardar pan para mayo” requiere que los gobiernos subnacionales, comprometidos con la ejecución de proyectos de inversión de impacto regional y local, según corresponda, no apuren la ejecución de los ingentes recursos con los que cuentan solamente para aparecer como “eficientes en el gasto” (sobre todo en los casos como Cajamarca, Ancash, Cusco, Moquegua, Tacna, por mencionar a los que consignan mayores montos de canon), pues muchas veces, esa eficiencia de la ejecución presupuestal no se ve reflejada en la calidad de la inversión.
Con una adecuada planificación concertada, los recursos económicos de los que disponen y dispondrán todos los niveles de gobierno, guardaremos reservas para cuando no tengamos épocas de bonanza como en esta coyuntura producto del boom minero. Por estas y otras consideraciones debemos ser responsables en la utilización de los recursos públicos.
(*) E-mail: ciudadanojaimeparedes@gmail.com
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